Toda la información que la retina obtiene de las imágenes que se proyectan sobre ella es transmitida al cerebro a través de un único nervio llamado nervio óptico. Si este nervio es dañado la información que llega al ojo no podrá ir al cerebro haciendo imposible la visión.

El ojo normalmente produce un líquido que lo llena llamado humor acuoso. Este líquido lleva nutrientes y oxígeno a las estructuras del ojo por tanto debe ser cambiado constantemente. La estructura encargada de producir el humor acuoso se conoce como cuerpo ciliar y queda detrás de la pupila. El líquido allí producido debe pasar a través de la pupila para llenar la parte anterior del ojo y luego ser sacado del mismo a través de una estructura llamada ángulo iridocorneal. Este posee una malla para filtrar el humor acuoso (la malla trabecular) y sacarlo finalmente del ojo hacia las venas llamadas epiesclerales así completando el mecanismo de circulación de este liquido. Si el drenaje del humor acuoso a través de la malla trabecular no se lleva a cabo eficientemente, este tendera a acumularse dentro del ojo produciendo un aumento en su presión interna (presión intraocular).

Se llama glaucoma al daño del nervio óptico cuya principal causa es el aumento de la presión intraocular. El aumento de esta produce compresión del nervio lo cual hace que partes del mismo vayan muriendo en un orden que ya ha logrado ser caracterizado. Hay muchos mecanismos por los cuales se puede producir el glaucoma y de estos depende el manejo que debe ser dado a cada paciente. Es de suma importancia mencionar que a no ser de que la presión intraocular se aumente mucho y muy rápidamente lo cual ocurre solo en algunos tipos de glaucoma, esta enfermedad no produce dolor ni disminución aguda de la visión y se caracteriza por una disminución progresiva del campo visual que deja poco a poco a la persona solo con visión de los objetos que se encuentran enfrente y si continua su progresión termina por producir ceguera total e irreversible.

Sospecha de Glaucoma

El paciente sospechoso de glaucoma es aquel a quien se le encuentran en el examen físico o en los exámenes paraclinicos algunas características de dicha enfermedad pero a quien le faltan otras. Las principales características que hacen que un paciente sea sospechoso de glaucoma son un nervio óptico que parece glalucomatoso en el examen oftalmológico, una presión intraocular elevada en dicho examen, unos campos visuales con defectos característicos del glaucoma o una tomografía óptica coherente (OCT) con características de daño glaucomatoso. Si varias de estas características se presentan en un mismo paciente, entonces se hace el diagnostico de glaucoma y se debe iniciar tratamiento, sin embargo si solo una de estas está presente se debe estudiar a profundidad el paciente en busca de otras características y si no se encuentran evaluar al mismo periódicamente para a través del tiempo confirmar o descartar la enfermedad.

Glaucoma primario de ángulo abierto:

Es el tipo más común de glaucoma. Sus principales características son que el ángulo en el cual se encuentra la malla trabecular (estructura encargada del drenaje del humor acuoso) se encuentra abierto. Así, la malla trabecular está en contacto permanente con el humor acuoso y sin embargo no se lleva a cabo un adecuado filtrado del mismo. No hay en esta enfermedad ninguna causa reconocible de daño de la malla trabecular y el sistema de drenaje del ojo por lo cual recibe el nombre de primario. Este glaucoma se presenta con mayor frecuencia en adultos mayores latinos o de raza negra con historia familiar de la enfermedad y con miopía.

 

Glaucoma primario de ángulo cerrado:

Es el segundo más frecuente de los glaucomas. Sus principales características son que el ángulo en el cual se encuentra la malla trabecular (estructura encargada del drenaje del humor acuoso) se encuentra cerrado. Así, la malla trabecular no está en contacto permanente con el humor acuoso y esto hace que no se lleve a cabo una adecuada filtración del mismo. No hay en esta enfermedad ninguna causa reconocible que sea responsable del cierre del ángulo, por lo cual recibe el nombre de primario. Este glaucoma se presenta con mayor frecuencia en mujeres mayores con historia familiar de la enfermedad y con hipermetropia.

 

Glaucoma pigmentario:

Este tipo de glaucoma se debe a que el iris (estructura muscular que le da color al ojo y forma la pupila) entra en contacto con otras estructuras del ojo (la capsula anterior del cristalino y las zonulas) y con su movimiento de contracción y dilatación libera pigmento que termina por depositarse en la malla trabecular (estructura encargada del drenaje del humor acuoso) obstruyéndola.

 

Glaucomas inducidos por el cristalino:

El cristalino es un lente natural que se encuentra dentro del ojo, inmediatamente detrás de la pupila, algunos problemas que se dan en este pueden causar glaucoma. A medida que el cristalino envejece va haciéndose más opaco y mas grande. Esto hace que cada vez ocupe más espacio dentro del ojo y que en algunas ocasiones pueda llegar a empujar el iris (estructura muscular que le da color al ojo y forma la pupila) hacia adelante lo cual produce un cierre del ángulo (estructura a través de la cual se produce el drenaje del humor acuoso) y por lo tanto un aumento de la presión interna del ojo (presión intraocular) y un daño secundario del nervio óptico.

 

Glaucomas inflamatorios:

Cualquier enfermedad ocular que produzca inflamación dentro del ojo, hará que se acumulen células de defensa dentro de este que finalmente van a tener que ser sacadas del mismo a través de su sistema de drenaje. Si la cantidad de células que se acumula es muy grande, el sistema de drenaje del ojo es incapaz de manejarlas y resulta obstruido por las mismas lo cual lleva a un incremento de la presión intraocular y daño secundario del nervio óptico. En el manejo del glaucoma inflamatorio se debe identificar y tratar la causa de la inflamación y mientras esta se controla, hay que recurrir al uso de medicamentos para controlar la presión intraocular.

Glaucomas inflamatorios:

Cualquier enfermedad ocular que produzca inflamación dentro del ojo, hará que se acumulen células de defensa dentro de este que finalmente van a tener que ser sacadas del mismo a través de su sistema de drenaje. Si la cantidad de células que se acumula es muy grande, el sistema de drenaje del ojo es incapaz de manejarlas y resulta obstruido por las mismas lo cual lleva a un incremento de la presión intraocular y daño secundario del nervio óptico. En el manejo del glaucoma inflamatorio se debe identificar y tratar la causa de la inflamación y mientras esta se controla, hay que recurrir al uso de medicamentos para controlar la presión intraocular.

 

Glaucoma por esteroides:

El uso de esteroides por tiempos prolongados produce cambios progresivos en las células y la estructura de la malla trabecular (encargada del drenaje del humor acuoso.) Estas alteraciones llevan a un mal funcionamiento del sistema de drenaje del ojo y a un aumento de la presión intraocular con daño secundario del nervio óptico. Los cambios en la malla trabecular producidos por los esteroides son inicialmente reversibles pero con el uso prolongado de los mismos se hacen definitivos. El tratamiento del glaucoma por esteroides debe iniciar con el desmonte de los mismos y si con este no se controla la presión intraocular, es necesario utilizar medicamentos o cirugías que ayuden a disminuirla.

 

Glaucoma maligno o misdireccional:

Es un tipo raro de glaucoma pero de gran importancia por sus efectos devastadores sobre la visión si no es tratado. Se produce luego de cirugías intraoculares o procedimientos laser y se produce por un mal direccionamiento del humor acuoso producido el cual va a parar a la cavidad posterior del ojo (cavidad vítrea) en donde queda atrapado ya que allí no hay un mecanismo de drenaje para este. La cavidad vítrea está limitada en su parte anterior por una delgada membrana llamada la hialoides anterior.

 

Glaucoma por recesión angular:

Durante un trauma ocular, la energía absorbida por el ojo puede producir desgarros en las estructuras que forman el ángulo. El desgarro más comúnmente encontrado en este luego de traumas es conocido como recesión angular y puede ser detectado fácilmente en el examen oftalmológico. La recesión angular es un hallazgo que indica fuerte sufrimiento de las estructuras del ángulo las cuales pasaran por un proceso de cicatrización que en muchas ocasiones hace que su función como sistema de drenaje se vea afectada produciéndose así un aumento en la presión intraocular y daño secundario del nervio óptico.

 

Glaucoma neovascular:

La respuesta normal del ojo ante cualquier enfermedad que disminuya la llegada de sangre a todo o parte del mismo es formar nuevos vasos sanguíneos para tratar de mejorar su circulación. Aunque aparentemente beneficiosa, esta respuesta resulta dañina para el ojo en muchos aspectos ya que el crecimiento de nuevos vasos se da de manera desorganizada.